Economía circular ¿Por qué es necesaria?

La economía circular se perfila como una opción para hacer frente al desastre ecológico que ha provocado este modelo productivo basado en usar y tirar.

Dentro la economía circular destacamos el concepto de  “cradle to cradle” que tiene dos vertientes:  que todo producto pueda ser descompuesto y devuelto a la tierra sin generar residuos tóxicos, o bien que pueda transformarse para entrar en un nuevo ciclo de fabricación y venta. Esta segunda opción sería la que mejor define un proceso circular.

Para ponernos en contexto, se sabe que actualmente cada español genera una media de 460 kg de residuos urbanos al año.

La industria de la moda es hoy en día la segunda más contaminante, generando anualmente cerca de 20 millones de toneladas de residuos en todo el mundo, además de ser responsable de un 20% de la contaminación del agua mundial.

Reducir el coste medioambiental es posible y sabemos que podemos conseguirlo con un sistema diferente al actual.

A diferencia del modelo económico lineal que crea productos que, generalmente, solo cuentan con un solo ciclo de uso útil y, cuyos materiales son posteriormente desechados, la economía circular es un modelo de producción infinito en el que las materias primas están en continua transformación, renovando y reciclando productos y materiales ya existentes para darles una nueva vida.

Además el modelo circular tiene como principal objetivo proporcionar productos finales duraderos, al mismo tiempo que reducir el impacto medioambiental y social que generan las emisiones CO2 causadas por la continua producción de materiales innecesarios, asi como los residuos que se acumulan a causa del constante deshecho de productos.

Economía circular en el mundo de la moda

Adoptar un sistema circular en moda se compone de un conjunto de etapas que se deben de ir incluyendo a lo largo de todo el proceso de creación de una prenda, desde encontrar una segunda vida a productos que ya no entran dentro de las necesidades iniciales de los consumidores hasta establecer un sistema de producción basado en la gestión óptima de cada una de sus fases. Algunos de los pasos necesarios para adoptar este sistema de economía circular serían:

Animar a los consumidores a optar por menos prendas

pero más duraderas, diseñando productos con materias primas de mayor calidad y reduciendo así el número de prendas nuevas que se producen cada año, una cantidad que ronda los 100.000.000.

Dar una segunda vida a la ropa que ya tenemos en nuestro armario

a través de la reventa o el alquiler en aplicaciones dirigidas exclusivamente a esto, rediseñando y dándoles un nuevo aspecto a nuestras prendas desde casa o arreglando aquéllas que estén rotas o gastadas.

Utilizar materiales que puedan ser reciclados o reutilizados en un futuro

durante todo el proceso de creación de las prendas.

Optimizar los sistemas de clasificación y reciclaje de textiles

para que estos puedan ser utilizados de nuevo, así como contar con la infraestructura y la mano de obra necesaria, evitando de esta manera la acumulación de residuos y de productos desechados.